2.02 Terminología Anatómica
La anatomía humana como ciencia moderna, posee un propio lenguaje técnico destinado a facilitar la comunicación y la comprensión entre profesionales del área de la salud alrededor del mundo. Estos términos técnicos tienen por objetivo definir, ubicar y orientar cada parte del organismo respecto a un todo.
La evolución y crecimiento de la anatomía como ciencia, fue muy desordenado en sus inicios, como prueba de ello tenemos que cada escuela médica se esforzó en la tarea de crear su propia “anatomía”. Como consecuencia de este momento es que un mismo detalle o estructura morfológica fue descrita o nombrada de manera distinta y muchos anatomistas talvés por la necesidad de ser reconocidos han dejado su nombre (epónimo) ligado a un órgano, estructura o algún accidente en particular
En aquellas épocas las designaciones de las diferentes estructuras anatómicas reflejaban su origen y su historia, pero no fecundaba un acuerdo universal sobre los términos utilizados en anatomía humana ni en las diversas ramas de las ciencias médicas, como ya mencionamos un mismo elemento anatómico era conocido con tres, cuatro o más nombres diferentes
Al mismo tiempo que la evolución humana y el desarrollo científico nació la inquietud por armonizar la terminología anatómica y lograr su uso uniforme, este inició se remonta a 1887 en Europa. Luego de ocho años de trabajo, en 1895, presentaron en Basilea – Suiza el primer listado en latín de una nomenclatura anatómica con base científica con aproximadamente 5.500 estructuras morfológicas: la llamada Nómina Anatómica de Basilea
Los términos de la anatomía
La mayoría de nosotros manifestamos una natal curiosidad por conocer nuestro propio cuerpo, pero cuando tomamos un libro de anatomía y nos ponemos a leerlo tal y como se hace con una obra literaria, tropezamos con una situación que nos deja perdidos en el texto, al no entender la terminología utilizada por los anatomistas.
El cuerpo humano tiene numerosas protuberancias y curvas de modo que las palabras intuitivas como "encima", "debajo" "delante" o "detrás" que definen bien una localización para el caso de objetos simétricos resultan ambiguas para usarlas en el cuerpo humano. Por este motivo y para evitar la incomprensión, universalmente los anatomistas han aceptado ciertos términos para identificar de forma precisa las estructuras del cuerpo con un mínimo de palabra.
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